2. Señalar las posibilidades de reducción de peso
Las dietas probablemente siempre han existido, a escala profesional, sobre todo desde los años 60 del siglo pasado, y hoy se gana mucho dinero con ellas en todo el mundo.Se saca dinero de los bolsillos de personas crédulas -pero también esperanzadas-. Sin embargo, la mayoría de las dietas no han aportado pruebas duraderas y científicamente inequívocas de su eficacia duradera.
El desayuno también está de moda y forma parte del año en muchas religiones importantes. Sin embargo, el desayuno -sobre todo por motivos religiosos- no suele tener como objetivo la reducción de peso.
No fue hasta el descubrimiento de la alimentación restringida en el tiempo cuando quedó claro que los seres humanos y los animales pueden mantenerse delgados o perder peso restringiendo las fases de la alimentación.
Así, todas las dietas han pasado a ser superfluas.